“¿Horóscopo? ¿Qué horóscopo? ¿Qué es eso? ¡Anda, anda! Como si no tuviera yo bastantes preocupaciones para que me vengan ahora con tonterías, ¡vamos, por favor!
¿Pero no ven que esto está que arde? ¡La separación ha sido explosiva! Qué manía tienen algunas estrellas de explotar como supernovas… A ver ahora dónde me meto yo. La verdad es que todo el día orbitando y orbitando… ya estaba yo cansado de tanta vuelta. Hasta que mi compi reventó y ahora no hay manera de parar esto…
Y digo yo, que a esta velocidad, a 86.000 km por hora -¡24 km por segundo!, que se dice pronto, oigan- como me la acabe pegando, el reventón va a ser para crear nueva estadística…
Que si “estrella fugitiva” (mira, a ver si me contratan para hacer una película), que si “surcando el polvo espacial” (mejor me callo), que si “estrella desenfrenada surca el espacio” (¿desenfrenada?… ¡y cómo pretenden que me frene!), que si “estrella que se escapa”, que si “labrando el espacio” (qué romántico e inspirador)…
Sí, sí, ¡mucho nombrecito y mucho titular y pocas aseguradoras, que nadie se ha ofrecido para echarme una manita! ¡A ver si se creen que esto es plato de gusto! ¡Cómo voy a estar de buen humor si a la que me descuido me pego una leche! ¡Y mi vida social, ¿eh?! ¿Han pensado en eso? No hay manera de parar en ningún sitio para tomarme algo (¡ahora que por fin entró en vigor la ley antitabaco!).
Y si sólo fuera eso…
Cuando mi colega explotó lo dejó todo perdido. No se pueden imaginar el desastre que tenemos por aquí. Pues para no pegármela (y porque uno es ordenado y limpio) no puedo parar de soplar para abrirme camino, que aquí está todo lleno de polvo y uno no está para andar pagando equipos de limpieza… qué se creían. ¡Con veinte veces el tamaño de su Sol necesito ejércitos para adecentar esto un poco! Y los astrónomos, con sus telescopios infrarrojos, ven mi estela y les encanta. Bonita es, ¡pero no se hacen una idea de lo que cuesta!
Agotado estoy… ¿Porque saben cuánto tiempo llevo así? ¿Eh? ¿Listillos? ¡Pues un millón de años (año arriba, año abajo)!
Me llaman Zeta Ophiuci, y como a alguien se le ocurra hablarme del horóscopo o del zodíaco o de alguna otra cosa de esas… ¡le doy un soplido!
¡Uy! No me puedo despistar ni un momentito, casi me como un trozo de roca… ¡Hala, a ver si alguien se apiada y me echa el freno! Aunque mucho me temo que esto va a terminar reventando por algún sitio. Si ya lo decía yo, no te juntes con estrellas más grandes que tú, que tienen un pronto… “.
Inspirado en las noticias “Una estrella se escapa de la constelación que ha cambiado el horóscopo”, por Judith de Jorge/ABC; y en “Hallan una estrella fugitiva labrando en el espacio”, Madrid/EUROPA PRESS.
Cuento publicado originalmente el 01/02/2011 en CreativaCanaria.
Créditos imagen: NASA/JPL-Caltech – http://www.spitzer.caltech.edu/images/5517-sig12-014-Massive-Star-Makes-Waves